domingo, 15 de junho de 2014

PEZONES FEMENINOS, DESNUDEZ Y AMBIENTE




Somos una especie peculiar: animales culturales capaces de heredar conocimiento cargado de creencias y tabúes que trascienden y perduran en nuestra imaginación. Sin embargo, si todo aquel saber acumulado, cargado de prejuicios, ha desencadenado procesos incuestionables de degradación ambiental, entonces resulta pertinente repensar lo aprendido y cuestionar dónde nos equivocamos. Sirva la siguiente reflexión para comenzar un amplio debate:

Ayer encontré una protesta peculiar en Facebook contra Facebook. Cinco jóvenes argentinas subieron fotografías en las que cubrían sus senos con un fotomontaje de pectorales masculinos, para adjuntar un mensaje irónico: “No te preocupes esta foto no tiene nada de malo, son pezones de hombre”. La campaña irrumpió como respuesta a la censura que ejerce el monopolio de Mark Zuckerberg a fotos de mujeres que exhiben sus pezones en la red social. El cuestionamiento podría parecer un tema baladí: los pezones femeninos son “obscenos”. Sin embargo, considero válido, plausible y necesario posicionar en el debate público aquellos tabúes culturales que más allá de su intrínseca discriminación sexista, representan una invitación a descolonizar nuestra mente de artificios y aproximarnos a un pensamiento crítico, como punto de partida para entender nuestra posición ante el mundo.

¿Por qué en pleno siglo XXI continuamos censurando al cuerpo y no aceptamos nuestra propia naturaleza?

Podemos afirmar que nuestra especie, en todo tipo de culturas, ha tendido a decorar sus cuerpos, cubrirlos, estilizarlos, dotarlos de adornos cargados de simbolismo.

Aquello que llevamos puesto, conlleva ideología, es una clara herencia que mezcla tabúes, imposición, docilidad social. Aún así, la fórmula de Michel Faucault es aplicable “donde hay poder hay resistencia”. La censura es un ejercicio de quien ostenta al poder, en este caso facebook contempla restricciones que se apegan a los parámetros sociales sobre lo correcto o incorrecto. Mostrar pezones se considera erótico, sexual, exclusivo para mayores de edad. Recuerdo que pocos años atrás una amiga española sin tapujos se quitó su playera y se metió en topless al mar acapulqueño . Pasaron minutos y de repente dos policías regordetes se hicieron presentes para pedirle a la incauta turista que cubriera su pecho. Ella protestó, apeló a la equidad de género e incluso aludió a la misma naturaleza del cuerpo humano, pero los guardianes de la ley se mantuvieron firmes y amenazaron con detenerla si no se cuadraba. Paradójico. El catolicismo español censuró el cuerpo desnudo de los habitantes nativos de estas tierras, pero la historia es caprichosa y, de repente, una fémina española reclama su derecho a la desnudez ante dos sujetos de rostro indígena que custodian la playa disfrazados de autoridad.

Aunque con muchos matices, podemos decir que gozamos de la mayor libertad de expresión antes vista. Probablemente en tiempos de la inquisición, las cabecillas de esta nueva protesta facebookera hubieran terminado en la hoguera por herejes y prosaicas; pero actualmente, gracias a la libertad de internet, podemos transmitir ideas combativas, somos testigos de vertiginosos cambios sociales, tantos, que quedamos abrumados ante tal cantidad de información. Pero los hechos están ahí, millones de mujeres pueden identificarse con este mensaje, que no es nuevo, pero es indicio de una transición hacia un replanteamiento social que cuestiona las implicaciones de mostrar el cuerpo en su pureza más natural, sin que ello represente un absurdo perjuicio al interés colectivo.

Prisioneros de la ropa y su implicación ambiental

En cierta ocasión asistí a un festival de música electrónica en Tabasco. El sol era inclemente, aún bajo sombra y sin movimiento sudaba a chorros. Llegué a sentir la camisa tan húmeda, que decidí quitármela. Fue un acto de liberación. Para mi sorpresa, durante todo el evento no encontré otro descamisado. Por el contrario, los tabasqueños me veían con rareza. Sin proponerlo, me confronté a una ideología que ocultaba su cuerpo, aún en el bochorno tropical.

En 1519, la expedición de Hernán Cortés pasó por las costas tabasqueñas, donde indígenas mayas, absortos ante la presencia extranjera, decidieron entregar a los españoles veinte mujeres que exhibían sus pezones sin ningún pudor, entre ellas la famosa Malinche. Por lógica, para vivir confortablemente bajo aquel calor, los indígenas vivían en desnudez, como el mismísimo Adán, pero los conquistadores impusieron paulatinamente ropajes que cubrieran su pecaminoso salvajismo.

Vestir al desdichado indígena fue la lógica del invasor. Pero las perspectivas cambian.

Como ejemplo cabe recordar la metamorfosis del connotado antropólogo brasileño Sidney Possuelo, quien alcanzó fama internacional en los años setenta al establecer primeros contactos con tribus indígenas en zonas recónditas de la selva amazónica.

En un principio, Possuelo consideraba que su influencia resultaría beneficiosa para los nativos, porque les permitiría expandir su perspectiva y acceder a servicios básicos del mundo “civilizado”; sin embargo, con la experiencia que significó el contacto con siete tribus, la percepción del explorador cambió drásticamente: El acercamiento de dos mundos traía aparejado la desestructuración grupal y necesidades artificiales. Declaró Possuelo “si les das ropa, luego debes darles jabón para que la laven, ahí comienza el deterioro ambiental de su paraíso.”

El antropólogo observó que aquellas tribus juzgadas como salvajes desde la perspectiva etnocéntrica de nuestra civilización, en realidad eran culturas verdaderamente sustentables, que no representaban gran peligro para el ecosistema amazónico. Por ello Possuelo, desde su cargo público como director del FUNAI (Fundación Nacional del Indio), se empeñó en duplicar la superficie de territorios indígenas que, no es casualidad, son las áreas naturales mejor conservadas de Brasil.

Mientras tanto, en las ciudades, la ropa es nuestro disfraz obligatorio. Aunque el calor genere bochorno, nuestro colonialismo mental hace de la desnudez una vulgaridad. Para la mayoría de las legislaciones, andar encuerado, aunque sea de la forma más pacífica posible, puede ser interpretado como una agresión sexual, un acto de locura o protesta que, como en el caso se mi amiga española, atraería rápidamente a los policías por haber quebrantado el supuesto orden público.

Evidentemente nuestra vestimenta tiene su sentido de ser, nos protege de las inclemencias del clima, gracias a su uso sobrevivimos el periodo glacial, pero hoy nuestro consumismo calienta al planeta. Deseamos posesiones, estar a la moda, nuestros closets se desbordan y contribuimos, sin meditar mucho en ello. a enriquecer enormemente a una industria que tiene una altísima huella ecológica. Las grandes marcas de mayor presencia en el mercado, por lo general de propiedad gringa o europea, pero Made in China, son responsables directas de contaminación a gran escala, debido a la cantidad ingente de tóxicos que liberan al crear atuendos cada vez más plastificados y con colores inexistentes en la naturaleza.

¿Cómo detener tal vorágine consumista, tal dependencia a la superficialidad de nuestros ropajes?. La única respuesta que considero viable es, reconocer la belleza del cuerpo en su sentido más natural. La ropa, al igual que la riqueza, es un simple medio, no una finalidad en la vida. Mahatma Gandhi llegó a considerar a la sofisticada vestimenta que utilizaban los ingleses, como un falso disfraz de superioridad y derroche. Por ello, aunque fuera abogado, optó por manufacturar su sencillísimo atuendo blanco, como parte de un movimiento denominado Swadeshi, que tenía por finalidad demostrar que los indios no necesitaban de la elegancia inglesa para tener dignidad. Se hablaba de la superioridad moral, de la autosuficiencia fuera del consumismo banal. Como dato curioso, la India, aun ostenta como símbolo central de su bandera la charkha, que es precisamente la rueca que utilizaba Gandhi para hacer su propia ropa.

La crisis ambiental puede tener solución si descolonizamos nuestro imaginario y comenzamos una gradual desprogramación sobre aquello que parece tan cotidiano e incuestionable. ¿qué nos impide quitarnos la ropa si tenemos mucho calor?, ¿por qué es mal visto que una mujer pueda andar tranquila con su pecho descubierto?. En realidad, estamos negando nuestra esencia, nuestro cuerpo, nuestra propia naturaleza. Somos injustos con nosotros mismos sin siquiera saberlo.

Autor. Luis Gabriel Urquieta
 
FONTE:
http://www.revistamundoverde.net/articulos/pezones-femeninos-desnudez-y-ambiente?utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter

 

segunda-feira, 9 de junho de 2014

X ENCONTRO BRASILEIRO DE NATURISMO


Vem ai o X EBN

De 25 a 27 de julho de 2014

A Ecovila e o Ecoparque da Mata estão localizados à 10 kms. desta praia, dispõe de 160 mil m² de área, sendo 100 mil m² de reserva de Mata Atlântica.
Neste espaço foi construído um Centro de Vivência com alojamentos, refeitório, área de lazer e também abriga a sede administrativa da Federação Brasileira de Naturismo – FBrN. Em anexo, será construída a primeira Ecovila Naturista que se tem noticia no mundo.
Trata-se de um local paradisíaco, com trilhas, riacho de águas cristalinas, cujo regimento interno de preservação, tende a ser um referencial para pesquisas como modelo de auto sustentabilidade em toda região.
Nestes ambientes envolventes que será realizado o IX Encontro Brasileiro de Naturismo nos dias 25, 26 e 27 de julho de 2014 (sexta feira até domingo), onde serão recebidos dirigentes naturistas de todos organizações filiadas à Federação Brasileira de Naturismo – FBrN, naturistas e turistas de inúmeros Estados brasileiros e mesmo de países da América Latina e da Europa.
A FBrN , com sede administrativa na Bahia, onde atua o seu presidente executivo, dá um passo definitivo e firma-se como entidade que tem contribuído com o crescimento de suas 37 federadas espalhadas por todo território nacional.
O EBN - Encontro Brasileiro de Naturismo é bienal e ocorre nos anos que não temos o CONGRENAT. As três últimas edições foram RINCAO/2012,CALDAS NOVAS/2011, TAMBABA/2008.
Veja os pacotes já programados pela EcoMar Viagens e Turismo (ecomarviagens@gmail.com), a agência de turismo oficial do evento, filiada à FBrN.

FONTE: http://www.fbrn.org.br/?page=noticias

"Dilma acha que precisamos consumir e ter chuveiro quente", diz líder indígena



Sônia Guajajara, uma das maiores líderes do movimento indígena nacional.


“A Dilma acha que temos que comprar, consumir e fazer cooperativas para ter dinheiro. Ela pensa que, para ficarmos bem, ter qualidade de vida, precisamos ter bens, chuveiro quente, casa de alvenaria.

Nas grandes obras, às vezes oferecem às comunidades algum dinheiro, achando que vão resolver os problemas. Mas para o indígena o dinheiro acaba sendo um ponto de conflito, porque não temos o costume de lidar com ele. Não temos essa coisa de acumular riquezas.

Nossa lógica e nosso modo de vida são outros. O que a maioria dos indígenas nas aldeias quer é tranquilidade. Qualidade de vida para nós é liberdade, e liberdade é ter nossos territórios livres de ameaças”
Fonte: http://noticias.uol.com.br/ultimas-noticias/bbc/2014/06/09/dilma-acha-que-precisamos-consumir-e-ter-chuveiro-quente-diz-lider-indigena.htm